Agua GIE un agua completamente diferente | |||||||||||||||||||||||||||||||||||
Nos hemos acostumbrado a considerar que agua es buena cuando su contenido de nitratos queda por debajo de un valor límite deliberadamente determinado. En Alemania, el reglamento para agua potable fija como límite para contenido de nitrato 50mg por litro. En Austria, sin embargo, ya se ha subido a 100 miligramos por litro. ¿Es que quizás los austríacos toleran biológicamente mas nitrato que los alemanes? Pero para un lactante puede ser letal si su comida es preparada con agua que contenga 10mg/litro. Con eso solo se pretende decir que fijar valores límite es algo sumamente dudoso. En ello no tienen consideración ni nuestra naturaleza biológica individual ni las necesidades de cada uno. Y sin hablar de posibles interacciones entre los diferentes contaminantes en el agua. La comisión determinante se fija siempre en ese único valor con su tolerancia exigible. Se pueden extraer sustancias nocivas del agua mediante filtración. Pero los millares de frecuencias de esos contaminantes, que son los efectos archivados en la llamada memoria del agua, las seguimos bebiendo, como estudios científicos ya han podido demostrar.
Y justo al lado tenemos la ciudad de Benares a las orillas del Ganges, uno de los lugares de peregrinaje más importantes de la tierra. Invita a un baño ritual, en el que también hay varios miles de mendigos y enfermos con enfermedades y heridas que reciben curación en este río sagrado. No son solo hindúes los que peregrinan a Benares, sino también visitantes europeos que no se quieren perder un baño en el río sagrado. Lo lógico sería suponer que la gente allí se contagie con alguna enfermedad, pero no es el caso. Los pobres recogen su agua potable con jarras y cubos del Ganges sin que esto tenga consecuencias negativas para su salud.
Tenemos que tomar nota de que el agua es capaz de archivar informaciones, tanto las infecciosas como también las curativas, y de pasar las mismas a otros organismos biológicos. De modo que el agua puede tener un efecto beneficioso o infeccioso, dependiendo de su valencia biológica. Y como ya se dijo, esto se puede medir sin lugar a dudas por medio de un espectrómetro que mide de cero hasta megahercios.
Toda sustancia, también el agua, posee lo que se llama energía de oligoelementos. Esto también se sabe con certeza. Solo que para ello aún no se ha desarrollado ningún instrumento de medición con escala contrastada, puesto que este conocimiento es tan novedoso que todavía no existe interés económico suficiente para mediciones de este tipo que podrían justificar una inversión tal y con ello las posibilidades de mediciones exactas. Del conocimiento tradicional físico, que se consume energía cuando algo se mueve, creemos poder deducir que para nuestra alimentación necesitamos quemar calorías. Creemos que solo podemos mantenernos vivos por medio de alimentos. Puesto que esta explicación mecánica es tan simple, es de suponer que esta opinión falsa perdurará por mucho tiempo. A pesar de que hay en todo el mundo unas 5.000 personas que desde hace años no toman alimentos sin que por ello sufran una pérdida de fuerzas. Todos habremos oído o leído alguna vez de estos fenómenos increíbles de yogis indios. Aunque esto nos resulte difícil de creer, son sin embargo cosas que realmente existen. Y es que los humanos no son máquinas que necesitan carburante para poder funcionar.
De modo que es un hecho que los hombres, los animales y las plantas, es decir todos los seres vivos, somos seres luminosos que vivimos de estructuras de orden. El girasol, por ejemplo, es un depósito de luz tan excelente ya tan solo por hecho de que siempre gira hacia la posición de máxima radiación solar, y que transmite su capacidad de almacenar mucha luz incluso al aceite. Por tanto, nuestro alimento es portador de luz. Cuanta más luz contengan nuestros alimentos, mayor es su valencia biológica y menor es la cantidad de masa alimenticia que necesitamos. Así se explica que un tomate precioso, grande y rojo de cultivo en invernadero tenga menos valencia biológica que un tomate pequeño, con manchas y mal formado, pero que ha crecido al aire libre. Esta valencia biológica también se puede detectar en el agua. Como resumen de sus doce años de labor de investigación, el investigador japonés Masaru Emoto ha hecho visible de forma convincente la valencia biológica de diferentes aguas en dependencia de su estructura y orden internos mediante preciosas fotografías y lo ha resumido en su libro "Message from water" ("Mensaje del agua"). Así un agua puede tener un alto orden, mientras otro agua es internamente totalmente caótico, independientemente de la pureza del agua. De modo que un agua contaminada puede tener una valor saludable, mientras que otro agua, supuestamente limpia, puede también ser nociva. Esto no tiene nada que ver con la composición química del agua. Naturalmente que ahora podríamos objetar diciendo que está probada la nocividad de agua que contiene componentes como arsénico, plomo, cadmio, mercurio, psicofármacos, estrógeno, restos de medicamentos, sustancias opacas y todo lo demás que contiene el agua potable. Naturalmente que esto es verdad, aún cuando nuestros conocimientos al respecto se basan solamente en el complejo "sustancias nocivas en el agua", independientemente de si se trata de agua corriente o agua embotellada y comprada en el supermercado, es decir, si no contrastamos los factores decisivos para la vida con lo que no estamos acostumbrados a observar debido a nuestra actual forma de pensar.
Para aquellos que viven con agua GIE y beben a diario dos litros de ella, y también preparan su comida con este agua y se bañan en ella, la consecuencia es que pueden expulsar por vía urinaria las sustancias nocivas y la escoria que habían acumulado a lo largo de décadas. Estos depósitos tóxicos no suelen ser tan fáciles de disolver de nuestro tejido. Es comprensible que nuestro cuerpo funcione mejor sin estas toxinas. Si el agua GIE es capaz de disolver en nuestro cuerpo estos depósitos dañinos y tenaces, también se puede entender que las sustancias nocivas que tomamos con nuestro alimento diario no se siguen depositando. Las sustancias indigestas de nuestros alimentos son simplemente expulsadas con el agua viva. Por eso no es necesario filtrar el agua GIE como medida adicional. Se puede hacer, pero este punto no es al cual me refiero yo en esta cuestión. Igualmente se podría esterilizar y rellenar un ejemplar de trofeo de caza, para que siempre quede bonito y aparentemente vivo. Pero de ninguna manera significa, que esté vivo. Por la estructura restante del agua sí se deja "reactivar" el agua con métodos naturales, hasta llegar a su estructura vital. Pero de ninguna manera se puede "filtrar" el agua hacía su estructura vital. Si se toma mucho de este agua y baños, incluso es posible disolver viejas sedimentaciones en nuestras arterias. Otro hecho probado es que gracias al agua GIE la sangre forma en seis a ocho semanas considerablemente más glóbulos rojos, que a su vez son todos ellos portadores de oxígeno. Esto significa tener a corto plazo un veinte por ciento más de oxígeno en nuestra sangre. Pruebas en laboratorio demuestran una y otra vez que la sangre conserva una fluidez fantástica a pesar del aumento de glóbulos rojos, porque el agua GIE es mas fluida que agua normal. Los grandes atletas tienen que entrenar durante largo tiempo de forma intensiva para obtener estos valores de sangre, para que en la competición tengan las reservas deseadas para el esprint final. Este más de oxígeno en la sangre se consume por ejemplo en las vacaciones, cuando usted vuelve a beber agua normal durante tiempo prolongado. En personas que enriquecen su agua con oxígeno, este valor en la sangre se ha vuelto a consumir al cabo de dos horas y ya no es apreciable. Esto no quiere decir que el oxígeno no sea bueno. La diferencia está en que agua activada por GIE proporciona una mayor capacidad para almacenar oxígeno. A este aumento importante en resistencia y vitalidad a menudo no se le da importancia hasta producirse una epidemia de gripe. Esta enfermedad afecta primero a los biológicamente más débiles. La tensión celular baja notablemente. Hoy en día no solo somos capaces de medir la tensión en conductos eléctricos, sino también la tensión eléctrica en cada una de las células corporales. Mientras tanto ya hemos comprendido la relación que existe entre una alta tensión eléctrica de las células corporales y una alta resistencia corporal, por ejemplo en lo relativo a infecciones. Y si uno se resfría una o dos veces a pesar de tomar agua GIE, su infección gripal no será como solía ser antes: no durará tanto tiempo, las fases sintomáticas pasarán como con cámara acelerada y en contra de anteriores experiencias tampoco volverá a producirse a continuación esa pérdida de fuerzas.
Sobre la tecnología GIE, única en el mundo, ya se ha escrito mucho en revistas alemanas y europeas especializadas en medicina alternativa, en naturopatía, en cuestiones de vida alternativas y en esoterismo en forma de reportajes amplios. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||
Peter Gross, Alemania Traducción: Isabel Bijwaard-Ruiz Ayucar |
info tomada de
http://old.agua-viva.info/es/aufsaetze_2.htm
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