Casi todos saben que la pintura fabricada a
base de plomo causó problemas graves de
salud (especialmente en niños) antes de ser
prohibida. Pero no todos están enterados que las
personas pueden ingerir plomo de otras fuentes alimenticias
tales como alimentos y agua potable contaminados.
Los alimentos importados en latas de
plomo soldadas y los alimentos servidos en platos
de cerámica barnizada con plomo o cristal con
plomo pueden contener plomo. Si su agua proviene
de un sistema público de agua hay pocas causas
para preocuparse porque la ley requiere que los sistemas
públicos eliminen cualquier fuente de contaminación
de plomo. Pero si su agua proviene de un
pozo privado, quizás contenga el plomo suficiente
como para justificar una acción.
¿Cómo afecta el
plomo la salud?
El plomo puede ser absorbido por el tracto digestivo,
los pulmones y la piel. Se acumula en el cuerpo
y puede causar envenenamiento por plomo. Aun en
concentraciones pequeñas, cuando no hay síntomas
exteriores, el plomo puede dañar el cerebro, los
riñones, el sistema nervioso y los glóbulos rojos.
Algunos efectos del envenenamiento por plomo
pueden disminuir si se quita la fuente de la exposición,
pero cierto daño es permanente.
Los síntomas del envenenamiento por plomo
incluyen el cansancio, poca habilidad de prestar
atención, agitación, falta de apetito, estreñimiento,
dolores de cabeza, cambio repentino de conducta,
vómitos y pérdida del oído. Los adultos con envenenamiento
por plomo pueden sentirse irritables y
desorientados.
Interesantemente, la mayoría de los niños con envenenamiento
por plomo no muestran ningún síntoma
visible, aunque los niños pequeños, los
infantes y los fetos absorben el plomo más rápidamente
que los adultos y son vulnerables aún a cantidades
pequeñas del mismo. El envenenamiento
por plomo puede causar que el desarrollo mental y
físico del niño se atrofie irrevocablemente.
El plomo en el agua potable no es una fuente principal
de envenenamiento por plomo, pero puede
aumentar la cantidad de plomo al que las personas
están expuestas. Esto constituye un riesgo especialmente
para niños que beben fórmulas de bebé y
jugos que se mezclan con agua que contiene plomo.
En promedio, cerca del 10 al 20 por ciento de la
cantidad de plomo a la que un niño está expuesto
quizás provenga del agua potable; sin embargo, los
niños que son alimentados con fórmula podrían
obtener del 40 al 60 por ciento de su consumo de
plomo del agua.
La única manera de detectar el envenenamiento
por plomo es por medio de una prueba (análisis) de
sangre. Los Centros para el Control y Prevención
de Enfermedades (conocido por sus siglas en inglés
CDC) recomiendan que todos niños se hagan una
prueba o examen. Su médico le puede dar más
información
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