Dosis de aplicación
La dosis de aplicación depende de las características microbiológicas del agua así como del valor del pH. Para la desinfección inicial del agua se utilizan generalmente dosis de cloro libre alrededor de 1,0 - 2,0 mg/L o incluso superiores en función de las características del agua.
Para mantener la desinfección y evitar la recontaminación del agua hasta su consumo se utilizan generalmente dosis de cloro libre alrededor de 0,2 - 0,6 mg/L
Tiempo de contacto requerido para la desinfección
Es importante tener presente que el cloro precisa de un tiempo de contacto mínimo de 20 a 45 minutos para desinfectar el agua. Todo sistema basado en cloro debe permitir este tiempo de contacto (generalmente en un depósito de acumulación) para garantizar la desinfección del agua.
Subproductos de reacción
Los principales y más conocidos son los que se generan a partir de la materia orgánica existente. Entre ellos podemos citar los derivados organohalogenados y los trihalometanos. Estos tipos de derivados están considerados como tóxicos y posiblemente cancerígenos. El Real Decreto 140/2003 sobre la calidad del agua de consumo humano establece las concentraciones máximas admisibles de trihalometanos.
Regulación y control del cloro residual en depósitos de agua
El cloro, como todos los gases, tiene tendencia a pasar al aire (especialmente en épocas de altas temperaturas) disminuyendo progresivamente su concentración en el agua hasta llegar a ser nula. Por este motivo cuando existe un depósito de acumulación, a pesar de que el agua de red venga ya clorada, normalmente es necesario realizar un control y una regulación del valor de cloro residual para poder garantizar la desinfección del agua.
Además en el depósito el agua también perderá progresivamente el ácido carbónico (anhídrido carbónico + agua) que lleva disuelto con lo cual el valor del pH se elevará progresivamente (puede llegar hasta valores de 8,5 - 8,9).
De esta forma en un depósito tendremos dos efectos adversos:
El cloro se evaporará progresivamente y su concentración disminuirá
El gas carbónico se evaporará también, el pH se elevará y la eficaciá del cloro disuelto disminuirá en forma muy significativa
Así pues, en todo sistema de desinfección basado en cloro / hipoclorito es importante disponer de un control y regulación no solamente del cloro sino también del valor del pH del agua para poder garantizar la eficacia de la desinfección sin necesidad de utilizar elevadas concentraciones de cloro.
Regulación y control del cloro residual en depósitos de agua (2)
La regulación y control del valor de cloro y del pH del agua puede realizarse de varias formas, no obstante, lo más frecuente es utilizar un equipo electrónico que controle dichos valores en el depósito de acumulación y en caso necesario ponga en marcha una bomba dosificadora que inyecte hipoclorito sódico y, cuando sea preciso, un ácido hasta conseguir el valor deseado. Para conseguir una correcta y homogénea distribución de los reactivos en el depósito se acostumbra a utilizar un circuito de recirculación con bomba (con un caudal de recirculación aproximado entre 1/4 y 1/10 del volumen del depósito en una hora), que mantiene periódicamente el agua en movimiento y en donde se instalan las sondas de control.
Medición del nivel de cloro residual
Cuando se analiza el contenido en cloro es muy importante tener presente los conceptos anteriormente indicados ya que van a afectar al resultado de la medición.
Los principales sistemas que se utilizan normalmente son:
Sistemas químicos basados en cambios de color.
Sistemas basados en electrodos.
Los sistemas químicos (como, por ejemplo, el método de la DPD) se basan generalmente en reacciones químicas de cambio de color. La concentración de cloro se determina posteriormente en una escala de colores o mediante un fotómetro. Estos sistemas permiten analizar cloro total, cloro combinado y cloro libre, pero no distinguen entre cloro libre y cloro activo (ácido hipocloroso).
Los sistemas basados en electrodos analizan exclusivamente el cloro activo (ácido hipocloroso) y su precisión en la lectura es bastante elevada.
Los problemas derivados de los distintos sistemas de medición se presentan especialmente cuando se desean comparar resultados y especialmente cuando se calibra (como es habitual) un equipo que funciona con un electrodo a partir del valor obtenido mediante un reactivo químico. Para una correcta calibración se debe tener presentes todos los conceptos indicados y en particular calibrar siempre a un valor de pH similar y manteniendo un rango de pH entre aproximadamente 7,2 y 7,5.
INFORME DE http://www.quimicadelagua.com/index.html
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